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05-02-2013 - La Tuca (Tuc de Meddia)
01-02-2013
Ascensión con Javier Yera del blog “espiritualmonte” e Iñaki Bandrés, telemarkeros los dos, antiguos corredores de esquí de fondo.
Ruta larga, dura y con algún paso técnico. Iñaki lo tenía estudiado sobre el mapa, y visto de lejos desde Pelopín, aunque los pasos eran dudosos. Había que constatar sobre el terreno que el paso sería factible. Este paso clave permite acceder a la pala suroeste, esquiable con nieve desde su misma cima. Este paso me he permitido la licencia de bautizarlo como Corredor Yera-Bandrés-d’Asprer en honor a nuestro paso de ayer. La base del mismo roto por rimayas de nieve podrida. Paso obligado de piolet y crampones, donde una cuerda puede venir bien.
Para acceder a la base de la canal, habíamos partido de Cotefablo ascendiendo por el espolón que une las cimas de Monte Torcedor, el Tozal o Monte de las Planas de Napinal, Monte Toronzué, Monte Nabarrecho y el Paso de Yésero.
Bajamos de cima hacia la cabecera del barranco del puerto, cabecera del río Sía, pero a la altura 2160m flanqueamos sin perder altura en dirección suroeste para atravesar por un collado a 2150 cambiando de valle a la cabecera del Barranco de la Artiga Gayola. Descenso por las laderas de Bachesango, tras flanquear y atravesar por canales poco evidentes los farallones rocosos de la falda sur del Pico de la Ripera, por tramos increíbles entre paredes, que hay que acometer con nieve bien asentada y con bajo riesgo de aludes, como fue el día de ayer.
Este Barranco de Artiga Gayola fluye sus aguas al Barranco del Infierno a la altura de la Cabaña de Gavín. De ahí una larga pista, auténtica calcetinada de 9 kilómetros, nos conduciría ya de noche hasta la ermita de San Bartolomé, final de nuestra travesía. Llegados al coche comenzaba a diluviar.
Hay que agradecer a Vicente Ascaso de Biescas, que previo contacto telefónico nos vino a recoger en coche y facilitó recuperar los vehículos en Cotefablo.
En resumen, una gran travesía de 28 kms por parajes salvajes y solitarios de alta montaña.
Saludos, Gil
Autor: Gil